No sé muy bien como va esto. Pero aprenderé.
También tenemos la versión del cuento "Tres eran tres":la espabilá, la torpona y la artista. Pero como en esa versión yo no salgo muy bien parada contemos la versión de Cenicienta.
Erase una vez dos hermanas, Griselda y Anastasia -feas, tontas y antipáticas- y una hermanastra, Cenicienta, -bella, lista y simpatiquísima- que vivían en el país de las maravillas. Cierto día, llegó el hada madrina para cumplir un deseo de nuestra protagonista. Cenicienta era muy buena, además de las otras cualidades antes dichas, y deseó compartir con sus hermanastras todas sus cualidades. Pero el hada madrina era algo bizquilla y al dar con la varita mágica y cantar el Chala cabula, minibabula pitipipadipibú convirtió a una, la mayor, en la lista; la pequeña .en la guapa y Cenicienta -oh, pobre de ella- se quedó sólo con la cualidad de simpática ¡Al menos le quedó una de ellas! Pero su hada madrina aún le dejó un "regalito" más para que nunca se olvidara de ella: la convirtió en bizcotela.
Desde entonces el hada madrina que opositaba a funcionaria se quedó como interina. Su bizcura le impedía concluir con éxito la prueba de la varita. Así que sustituía a Harry Potter de vez en cuando, a Merlín por sus achaques...Y ahí está a la espera de una operación a ver si cambia su fortuna. Y colorín colorado este cuento se hacabado, ado, ado.
lunes, 29 de diciembre de 2008
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