
Estrenábamos ropa o nos poníamos la más nueva de aquel verano. Aquí, Cenicienta luce esplendorosa, a la manera que ella sabe tan bien, con estilo y arte. Impagable la trenza jipi sobre la frente. Para mi desgracia, aún debíamos ir conjuntadas y las dos vamos del mismo color amarillo. Yo llevo mi vestido favorito de aquel verano. Me sentía elegante y con clase. La neno es la más discreta de las tres y ¡horror!, no va a juego con sus hermanas, sino que luce un vestidito verde. Rechonchita y modosa, ella.
El resto de la tribu de jolgorio y comiendo a dos carrillos. Excepto ella, la diosa que todo lo vigila y que no pierde detalle, la abuela.
2 comentarios:
Ni. Se me lágrimas las saltan. Snif. La abuela Paca, diosa y ángel de la guarda de mi niño. "Por un beso de la Paca daría lo que fuera.Por un beso..." No sigo que me pongo malita.
TE QUEREMOS.
Mas bonita que un sol de primaveraaaaa.
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